La experiencia acumulada, tras el paso de miles de peregrinos durante más de 15 años, ha servido para ofrecer todo aquello que necesita un caminante cansado: paz, tranquilidad y reposo, todo ello siempre con una sonrisa en la cara y la mejor de las disposiciones para cualquier necesidad que tenga el hospedado.
El albergue está ubicado en lo que antiguamente fueron los pajares, graneros y cuadras de animales de la casa. Está totalmente reformado, pero manteniendo el espíritu que poseía y el jardín tiene ese toque diferente que lo hacen único, te animamos a visitarlo.
Precio exclusivo para peregrinos del Camino de Santiago acreditados.